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Soy Alexander Fortunato y este es mi trabajo de cada día. Me dedico a limpiar oficinas y edificios con atención real y sin promesas vacías. No cuento con grandes equipos, porque prefiero tener el control de lo que hago.
Me gusta que hables conmigo directamente. No hay intermediarios, solo tú y yo. Esa confianza hace que todo funcione mejor desde el principio. Si digo que llego a las nueve, llego a las nueve. Cumplir es parte del trato, y para mí, eso no se negocia.
Confías tu espacio a alguien cuando sabes que lo va a cuidar. Y eso es justo lo que hago yo. No vengo solo a limpiar, vengo a ayudarte a mantener tu lugar en las mejores condiciones.
No hay llamadas a centralitas. Me hablas a mí y yo respondo. Eso facilita todo desde el primer momento.
No paso por encima de nada. Cada encargo lo tomo como si fuera para mí, sin escatimar en tiempo ni esfuerzo.
Me adapto a tus horarios y necesidades. Tú marcas el ritmo y yo me ajusto. Así de simple.