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Me ocupo de dejar todo en orden para que tú no tengas que preocuparte. Desde oficinas hasta comunidades de vecinos, paso por cada rincón y no dejo nada a medias. Mi forma de trabajar es directa: llego, evalúo, actúo y dejo el sitio como te gustaría encontrarlo.
Tener una oficina limpia no es solo cuestión de imagen, también influye directamente en cómo trabajas y cómo se sienten quienes te visitan. Me encargo de mantener cada rincón en orden: escritorios, salas de reuniones, zonas comunes y baños.
En una comunidad de vecinos, los espacios compartidos hablan mucho de quienes viven allí. Me ocupo de que portales, escaleras, pasillos, ascensores y rellanos estén siempre limpios, bien ventilados y listos para usarse.
Las reformas mejoran los espacios, pero dejan restos que nadie quiere limpiar. Yo llego justo después de que termina la obra para que tú no tengas que lidiar con polvo, manchas de pintura o residuos de material.